Nieta de un marinero y un maquinista de trenes, desde pequeña he tenido muchas ansias de viajar y de conocer otras culturas. Y puede que haya viajado por demás. He vivido en varias ciudades de España y del extranjero, a veces con la motivación de aprender idiomas, otras por no encontrar oportunidades laborales en mi ciudad natal.

Hoy en día los negocios digitales nos brindan la posibilidad de deslocalizar nuestro trabajo, es decir, podemos desarrollar nuestra actividad económica desde cualquier punto geográfico. Y, a la misma vez, nos permite acceder a un público mucho más extenso.

Antes de dedicarme al diseño web, trabajando en el sector turístico, solicité presupuestos para tener una página web. Los presupuestos que me llegaron estaban muy por encima de la suma que me podía permitir, y no llegué a dar el paso.

Mi propósito como implementadora web es facilitar el acceso de los autónomos y pymes al entorno digital, con un lenguaje claro y precios asequibles, participar en el empoderamiento de los emprendedores y aportar valor a sus proyectos.